Ahora tendría que vivir sin esa parte que le hacía tan diferente, que le mantenía vivo de alguna manera dentro de su casa.
Ella le dijo se acabó, y cada sílaba cayó sobre su estómago como una piedra. Esta vez no podría convencerla con sus lios y mentiras, estaba abusando, de ella, de su dinero, de su amor no correspondido.
Una furia ciega se apoderó de su espíritu, era su orgullo herido, asi que no le daría el gusto de "seguir como amigos" como le había pedido, se cerraría en banda a sus llamadas e invitaciones, era un gesto idiota, .....hasta él se daba cuenta.....
Lo peor de todo sería volver con su mujer a las rutinas diarias, a los mandados, a los silencios, a la vida de segunda..y por dios!! que nunca se enterase de que Teresa le había dejado!, desde que supo que tenía un lio lo trataba con cierto respeto, como si el fervor de otra le hiciera valioso.
Todo tiene sentido....
ResponderEliminarEste me ha salido no sé porque, un poco novela-folletin, debe ser mi infancia junto a la planchadora en verano, oyendo "Lucecita"...desenmarañar un cerebro tiene lo suyo!!
ResponderEliminarEl fervor de los demás...que nos devuelve nuestra valía..y a nuestros cercanos, que en el fragor de esa próximidad nos ven demasiado cotidianos..gastados y deslucidos..perdiendo la perspectiva. Empañado lo tan valioso que tienen/emos cerca y casi sin apercibirse/nos, queda a un lado. Hasta que los sucesos más odiados nos recuerdan porque un día elegimos aquel amor.
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