12/21/2010

fiebre amorosa



Ardía su cabeza y su cuerpo flotaba. La realidad era un espejismo, el día una espera anhelante. Gotas dulces de esperanza perlaban su frente. nada importaba salvo su delirio, menos mal que esos estados duran poco, como Swan, llegó a la conclusión de que había entregado su amor más limpio a una mujer que ni siquiera era su "tipo"...
Las hojas caían sobre el agua y esa imagen enfrió su corazón ardiente.

2 comentarios:

  1. Una bonita historia para una pintura sorprendente... Crear e imaginar, no todos lo conseguimos... Saludos.

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  2. Si fue una conclusión en su fiebre de realidad espeja...si fue un estado real ...si fue por su corazón generoso..poco importa ahora.

    Lo pudo imaginar en la forma más autentica.Seguro que pudo ser capaz ! Seguro que pudo ser así. Ese es el valor.!

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