2/12/2012

impotencia

sorprendentemente, las personas más ruines, como virus atacan al organismo vivo, al que produce, al que somete su cuerpo y su espiritu a la disciplina de la obra.
Cuando no encuentran dónde morder, ciegos en su estulticia, intentan convertir en mal el bien que haces.
Cuanta bajeza, qué desatino, esa loca fiera que se muerde y muerde sin sentido.....

Sigamos ignorando las heridas que nos hacen, hacia el frente, en nuestra línea, se abre nuestra constancia y nuestra entrega.

Brindo por que sigan intentando hundirnos, será una señal clara de que hacemos lo correcto.

4 comentarios:

  1. El caso es dar por saco...como aquella fábula de la serpiente y la luciérnaga. ¿A donde quiero llegar? me pregunto...a lo más satisfactorio para mi. ¿Cómo hacerlo? pues con mi trabajo,con mi empeño y rodeándome de personas honestas que están en el buen camino...a ver si se me pega algo. Prefiero verlos como un referente que como leña para mi locomotora, ¿o no?

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  2. Nuestras vidas son pruebas constantes de flaquezas, resistencias, altibajos y superaciones..Esas personas comentadas nos van dando la prueba del 9 de todo el conjunto. En tu caso no creo que debas preocuparte demasiado. Puedes con eso y con mucho más que venga. Yo lo se. Espero que tu también.

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  3. como siempre digo;....pa esos, AIRE!...jejejejj

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  4. "Ladran, luego cabalgamos" aunque lo cierto es que esa frase que se atribuye al Quijote, nunca apareció en la novela. De todas maneras nuestras peores heridas ¿no provienen de nosotros mismos?

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