Hace tanto bien esta labor femenina, primorosa, calma, puntada a puntada de cariño y consuelo....
La sonrisa vuelve y tambien la confianza en los seguros y calentitos dedos de una amiga.
Bajo el peso de la noche dejará que leamos en su alma como en un libro, mientras que su voz parpadea rendida al sueño.